jueves, 29 de mayo de 2014

El verano del camoatí

El verano del camoatí
Nico tiene 17 años y vive con sus padres en una zona rural del Valle de Río Negro. Su entorno está convulsionado: sus amigos se preparan para alejarse del pueblo en busca de nuevas experiencias, sus padres esperan que él estudie en la universidad y Ana deja de ser su amiga de la infancia para transformarse en una chica atractiva de la que empieza a enamorarse. En el último tiempo, Nico se ha interesado por la apicultura y por las nuevas técnicas de producción frutícola; investiga la conversión de las chacras hacia una producción orgánica y los efectos del abuso de los agroquímicos. Este interés lo enfrenta a su padre para quien asegurarse la cosecha es lo más importante. La relación entre ellos se torna insostenible cuando Nico sorprende a todos con la decisión de quedarse a trabajar en la chacra. Esta resolución lo hará crecer y encontrar su propio espacio.
Fedetico Laffitte
Nació en Río Negro en 1974. Es Licenciado en cinematografía (UNLP). Fue productor, jefe de locaciones y asistente de dirección en publicidades y largometrajes nacionales e internacionales. Realizó 200 documentales para TV (premios SIGNIS 2007 y FUND TV 2009). Su documental Camino al Tembrao (2009) fue Mención Especial del Jurado en el II Festival Nacional de Río Negro. Con El verano del camoatí (2012) ganó el IV Concurso Raymundo Gleyzer.
Ficha técnica
Director: Federico Laffitte
Guionista: Mariana Rizzuto
Duración: 95 min
2012
Trailer
Prensa
http://www.rionegro.com.ar/diario/el-verano-del-camoati-la-pelicula-que-retrata-valle-medio-775748-9709-nota.aspx
"El verano del camoati", la película que retrata Valle Medio CHOELE CHOEL (AVM).- Después de tres años de trabajo, la película que se rodó en Valle Medio, "El verano del camoati", llegó a su cine natal: el Cine Sportan de Choele Choel. En tres funciones, una ayer y las otras el 21 y 22 de este mes, a las 22, el filme de Federico Laffite desembarca en la pantalla grande como una suerte de homenaje a quienes colaboraron con él: los habitantes del lugar."La película nació hace tres años por la necesidad de contar historias de nuestra provincia y su gente. A partir de la experiencia de los seis años transitados con "Emprender en Patagonia" (programa de tevé emitido por Canal 10 -ganador de los premio Signis 2007 y Fund TV 2009) y de "Camino al Tembrao" (largometraje documental que fue mención Especial del Jurado en el 3° Festival Río Negro Proyecta 2010) e impulsados por el apoyo de gran parte de las instituciones y habitantes del Valle Medio, logramos filmar y editar este, nuestro primer largometraje de ficción", sostuvo el realizador Federico Laffitte.
En la etapa de preproducción, "El verano del camoati" (cuyo primer título fue "Mi primer Sur") tuvo muchos reconocimientos: quedó seleccionado por el Primer Concurso Federal Infancias - Incaa 2010 -; fue ganador del 4° Concurso Federal de Proyectos de Largometrajes; recibió el premio a Desarrollo de Proyectos "Raymundo Gleyzer" Incaa- 2010 y fue seleccionado para los PEC (Película en construcción) del 3° Festival Nacional Río Negro Proyecta.
"A partir de estas distinciones, logramos desarrollar el guión, la producción y la propuesta estética de la película. Luego, iniciamos la búsqueda de locaciones y de actores que pudieran recrear la historia que imaginamos.
En esta etapa, nos sorprendimos con la disposición y el deseo de participar de los habitantes de nuestra zona y su necesidad de encontrar un cine que los represente. Así como también, la búsqueda de lugares para filmar nos confirmó el potencial que posee nuestra región como escenario natural para futuras películas", dijo Laffitte.
"El diseño de producción fue ideado desde nuestras posibilidades reales y apelando a todos los recursos humanos y económicos que nos permiten afirmar que nuestra producción es verdaderamente independiente. Creamos un contrato con espíritu cooperativista con todos aquellos que trabajaron en la película y con el dinero obtenido en el Concurso "Raymundo Gleyzer".
En definitiva, lo que ayudó a cumplir este sueño fue la venta de "Camino al Tembrao" a Canal 10, el apoyo de los municipios de Choele Choel, Luis Beltrán, Coronel Belisle y de la subsecretaría de Cultura de la Provincia de Río Negro, aportes personales, donaciones de empresas y privados y la venta de bonos contribución. Todo eso junto, hizo posible el rodaje y la post-producción.

Quizás por todo ese esfuerzo de la comunidad, las proyecciones del filme serán mucho más que simples proyecciones. "Para nosotros, mostrar la película antes de fin de año, significa por un lado: cumplir con la palabra dada a todos aquellos que creyeron en la locura de hacer una película en Valle Medio. No queremos dejar de mencionar el hecho de que la mayoría de los técnicos que trabajaron en la película son chicos jóvenes de la zona -recientemente recibidos o que están estudiando carreras relacionadas al arte- y para quienes trabajar en esta película significa la posibilidad de iniciar un camino profesional interesante"

Venimos de muy lejos

Venimos de muy lejos
Vecinos de la comunidad de Catalinas se reúnen para pensar una película sobre su historia. Los integrantes del Grupo de Teatro Catalinas Sur se preparan para presentar su ya clásico espectáculo Venimos de muy lejos en la plaza del barrio.
De pronto, el límite entre el documental y la ficción se borra, pasado y presente se encuentran y, entre recuerdos, canciones, títeres y vestuarios de época emergen las historias de italianos, gallegos y judíos que unen al menos tres generaciones (abuelos, hijos y nietos) marcadas por la migración y unidas a través del tiempo por su carácter emprendedor, solidario y comunitario. La película fusiona los lenguajes del documental, la ficción y el teatro para retratar las historias de los inmigrantes que llegaron a la Argentina en los albores del siglo XX. Venimos de muy lejos. La película participó en el 27° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2012, el 31° FCIU Festival de Cine Internacional de Uruguay, en el 29° Chicago Latino Film Festival y del Vission do reel, Market DOCM (Nyon, Suiza).

Ricky Piterbarg
Nació en Buenos Aires, Argentina, el 7 de mayo de 1968. Su primer contacto con el cine fue como meritorio de sonido en el largometraje “Convivencia” de Carlos Galetini. En 1995 ingresa en “Pol-ka”,productora de programas de ficción para televisión, publicidad y largometrajes. Trabajó en varios largomerajes como “La Leon”, “Zenitram”, “El mundial olvidado”, “El hombre de al lado”, “Juan y Eva” entre otros. Su primer cortometraje “La familia de Roque” obtuvo diferentes premios nacionales e internacionales. Recientemente acaba de codirigir la serie “Organ& co.” para contenidos del INCAA en coproduccion con Brasil. En setiembre de 2013 estrenó su primer largometraje “Venimos de muy lejos, la película”.

Ficha técnica
Dirección: Ricky Piterbarg
Guión: Ricky Piterbarg, Vanina Sierra y Paula Pasnansky
Duración: 105 minutos
2012

Trailer
https://www.youtube.com/watch?v=V8rpPTtv67o
Prensa
http://tierraentrance.miradas.net/2013/11/entrevistas/el-poder-transformador-del-arte-es-irrevocable-entrevista-a-ricky-piterbarg.html
“El poder transformador del arte es irrevocable”. Entrevista a Ricky Piterbarg
Por Lucas Perea & Pablo Russo
Ricky Piterbarg, director de “Venimos de muy lejos”, cuenta sobre esta versión fílmica de la clásica obra de teatro del Grupo Catalinas Sur.
En  la película hay mucha mezcla, mucha fusión, mucho encuentro,  entre la obra de teatro, entre la ficción y el documental, entre los tiempos… ¿cómo se fue trabajando esta mescolanza?
Si, asimismo: con clara conciencia y deliberada mezcla de todo eso, fundiendo todas esas cosas, los géneros, los tiempos, las vivencias  de los inmigrantes de aquella época con las vivencias de los inmigrante actuales,  con las vivencias de los hijos de aquellos  inmigrantes y entendiendo que tanto el esfuerzo que tuvieron que hacer aquellos inmigrantes para instalarse en este país que era totalmente ajeno para ellos, también se ve en el esfuerzo que hacen los vecinos de la ciudad actual de Buenos Aires, en este caso  los de Catalinas Sur, para construir una comunidad más amable y mas gustosa de ser vivida.
“Venimos de muy lejo”s es la obra más conocida y más querida del grupo Catalinas Sur. ¿Cuál es tu relación con la obra y con el  grupo?
Bueno, soy un nacido y criado en Catalinas Sur, yo vi nacer el grupo de teatro, vi nacer la obra, así fue que viví todo ese proceso, así que estoy contando parte de mi vida contando esta película. De mi vida y de mis compañeros de barrio
Al ser una obra colectiva, ¿fue complicado para vos como director armar la película?
Fue complicado el proceso pero tuve una reunión con Adhemar Bianchi, el director del Teatro Catalinas Sur, donde le conté que tenía este proyecto y él me dijo  “estás loco lo que te vas a meter a hacer” pero bueno, me metí y siempre fue con la clara conciencia de que esto tenía que ser una tarea colectiva, sino sería una falta de respeto a lo que tiene Catalinas, a la razón del barrio, del grupo de teatro, de la obra. Y esa misma razón era la que debía llevar la película, o sea tenía que ser colectiva sí o sí.
La obra va y viene en el tiempo y notablemente muchas de las cosas del pasado se repiten hoy en el 2013, como la problemática de los conventillos por ejemplo.
Si, la problemática del conventillo es la problemática que tiene una comunidad que comparte las cosas, muchas veces hablamos en esas reuniones que aparecen en la película, que Catalinas lo interpretábamos como un conventillo, donde el patio del conventillo era el espacio en común que tienen los edificios y que es ahí donde se dirimen las cosas que nos sucede a todos, y así fue como se construyó Catalinas y ese espíritu de participación de Catalinas, donde muchos vecinos entienden que hay que participar de manera colectiva para estar mejor.
Algunas de las escenas son representaciones en vivo de la obra, pero otras son escenas que están armadas para la cámara, para la película, y esa cámara, a su vez, no busca ser invisible, algunos de los actores interpelan directamente a cámara. ¿Cómo fuiste tomando esas decisiones?
Hay algo que se dice en la película y es que la idea de esta película es que la hagamos nosotros, y el “nosotros” se va extendiendo hasta el público que está viendo la película: somos los del barrio, somos los del grupo de teatro, somos los que nos proponemos la película, somos los vecinos en general los que estamos haciendo esta película que cuenta gran parte de la historia de nosotros,  los argentinos, no solo nosotros los catalinenses ni los artistas del grupo de teatro. Es una historia que tenemos muy en común una gran parte de los argentinos que es esto de descender de los barcos, somos descendientes de gente que vino escapando del hambre y de la guerra para tener una vida digna y no para hacerse la América.
También hay un par de presencias fantasmagóricas en la película, la chiquita que no llega a destino y la del habitante originario que mira en silencio todo este proceso.
Absolutamente, tengo respecto al habitante de pueblos originarios una lectura que es una deuda que sigue pendiente y no sé si podrá ser pagada alguna vez, más allá de los intentos de pagar algo que se da en estos últimos años o resarcir el daño realizado a estas comunidades que fueron absolutamente liquidadas, esto está pendiente, de quienes si pudimos hacer de este territorio un lugar de vida digna y estar contentos de ser argentinos.  Hay algo que no creo que nunca podamos pagar que es el haberles arrebatado a estas comunidades el derecho a tener una vida digna, eso es el muchacho este. Y la niña representa a los que lamentablemente no llegaron a poder disfrutar de estos territorios que fueron receptores de quienes huían de las persecuciones  y las guerras
La película narra también la historia argentina, y hace una referencia puntual al Intendente Osvaldo Cacciatore, de la última dictadura, donde dice que nunca más había que construir un barrio como Catalinas, que proponía el encuentro barrial y social.
Así es, es significativo, Catalinas tiene eso, la posibilidad de juntar a la gente muy al alcance de la mano, era sencillo,  hasta ese momento no había participación ni había cosas que se hicieran en equipo ni en forma colectiva, Catalinas brinda eso desde el urbanismo.
¿Y cuál es el miedo que pueden tener las autoridades para que la gente se junte?
Bueno, el arte es transformador y que la gente se junte es peligroso para los que ejercen el poder, no le conviene a los poderosos que la gente se junte para pensar o para hacer, para nada.  Y el poder de transformación del arte es irrevocable, cuando el arte entra y modifica algo es para siempre.
¿Qué esperas que esta película modifique, como obra artística?
Siempre mis obras tuvieron la intención de modificar, de desacomodar un poco a la gente, no de perturbar sino de desubicarla un ratito del lugar donde están ubicados, no más que eso, despabilar un poco a los que pueden ver la película. La gente que la ve se emociona mucho y algunos me dicen que se replantean cosa, la gente queda un poco conmovida.
Para ver la película no es necesario conocer la obra, ni el grupo, ni siquiera el barrio .
La repercusión que tiene en la gente que no conoce ni el grupo ni la obra ha sido de mayor conmoción que los que la conocen.
El público se emociona y los protagonistas seguramente también…

Mirá, con los protagonistas, que es el grupo de teatro, pasó algo desde el comienzo del rodaje, ellos se enamoraron de hacer  “Venimos de muy lejos” para que la continuemos filmando, y eso está en la pantalla. Ellos se emocionaron hasta el llanto el día que terminamos de filmar.

MARTIN BLASZKO III

MARTIN BLASZKO III

En julio de 2010, el artista plástico Martin Blaszko organiza los últimos detalles de la que sería su última muestra individual en el Malba. Estos preparativos consisten en repintar algunas esculturas, acompañar la mudanza de las obras y rediseñar a su gusto toda la propuesta curatorial, pese a las súplicas y enojos del equipo de montaje. El film acompaña este periplo mediante veinte minuciosos planos secuencia.

Ignacio Masllorens
Director y productor. Nació en Buenos Aires en 1973. Entre 1976 y 1991 vivió en San Carlos de Bariloche, donde realizó estudios de fotografía. Es egresado de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido de la UBA.
Dirigió los films Hábitat, Martin Blaszko III y El humor (pequeña enciclopedia ilustrada) (con Mariano Llinás), Alabanza a la papa, Pablo Dacal y el misterio del lago Rosario así como decenas de cortos y videos musicales.

Bio Martin Blaszko (Berlín, 1920 – Buenos Aires, 2011) fue uno de los fundadores
del grupo Madí y es considerado uno de los mayores exponentes de la abstracción geométrica en América Latina. Este documental, que cierra una trilogía, acompaña los preparativos de la que terminó siendo su última muestra mediante un certero registro realizado en
apenas veinte planos secuencia.

Ficha técnica
País Argentina
Duración 74'
2013
Dirección, producción y cámara Ignacio Masllorens
Elenco Martin Blaszko, Mariano Dal Verme, Gabriel Nachmanovich y Ernesto Cozzi

Trailer

Prensa:
http://ojosabiertos.otroscines.com/espacio-positivo-un-dialogo-con-ignacio-masllorenz-director-de-martin-blaszko-iii/

UN DIÁLOGO CON IGNACIO MASLLORENS, DIRECTOR DE MARTIN BLASZKO III
Por Roger Koza
Uno de los grandes libros de la historia del cine se titula Espacio negativo. Su autor fue un carpintero y un artista plástico, y por varias décadas también ejerció el oficio de mirar: fue crítico de cine. En efecto, el gran Manny Farber concebía al espacio como la entidad cinematográfica por excelencia. Desconozco si Ignacio Masllorens ha leído a Farber, pero su película, casi involuntariamente, propone una discreta pero ostensible poética del espacio. ¿Cómo se construye el espacio cinematográfico? ¿Cómo se delimita y delinea el campo de visión en un film? La decisión sobre lo que se ve y no se ve es siempre una cuestión acerca del espacio como superficie de visibilidad.
Durante los 70 minutos de Martin Blaszko III, el espacio está en la discusión de lo que vemos y en el modo en el que esa discusión toma cuerpo. Masllorenz toma ciertas decisiones de puesta, y lo que él va resolviendo plano tras plano se duplica gradualmente en las preocupaciones de su extraordinario y excluyente personaje: Martin Blaszko. Este viejo de 89 años, uno de los fundadores del movimiento estético conocido como Madí y un representante de la geometría abstracta, quien murió no mucho después de la realización de este film, debe luchar (en cierto momento hilarante y revelador de la película) con el saber (y poder) de un curador. Este último interpreta de un modo distinto al artista la disposición y posiciones de las esculturas en la muestra que está por celebrarse en el Malba, el lugar simbólico hacia donde el film se dirige desde un principio. Lo que Oscar Cuervo denominó en su crítica del film de Masllorens como “una comedia de poder”, es fundamentalmente aquí una disputa política no exenta de comicidad sobre la interpretación del espacio y su relación con la obra de arte. Para un escultor, por otra parte, el espacio es la condición de posibilidad de su praxis, y es inevitable que el film del joven Masllorenz asuma entonces el espacio como tema. Desde el inicio en el living de la casa del artista, pasando por su taller, hasta llegar al Malba en donde tendrá lugar la (última) exhibición de Blaszko, el espacio es el protagonista secreto del film.
Se ha dicho que se trata de un film en el que se consigue filmar las ideas, a las que siempre se las consideran abstractas. Es cierto que Blaszko piensa frente a nosotros, y con pocos conceptos orquesta un conjunto de temas que definen la prácticas sociales relacionadas con las artes: la constitución de los consensos estéticos, las relaciones de poder y saber en la apreciación artística, la angustia de influencia en la biografía de cualquier artista, la dudosa efectividad del estudio académico en la formación de un escultor, son tópicos que se desprenden del discurso de Blaszko; no se trata de una exposición precisa y sistemática, sino de una exposición dispersa que se lee en los corolarios de algunas ideas que están presentes en el flujo del pensamiento de Blaszko en el transcurso de algunas conversaciones. Todo esto es cierto, y aún así constituye los temas secundarios del film. Lo que aquí se piensa en múltiples dimensiones es la categoría del espacio.
Blaszko es un encanto y una inteligencia en acto; Masllorens acompaña al sabio como un buen discípulo heterodoxo, pues él ha sustituido las manos por los ojos, aunque jamás ha traicionado al maestro a quien ha seguido al pie de la letra: para él como para el gran Blaszko, en el principio sólo había espacio.
***

Ignacio Masllorenz
Roger Koza: Me gustaría saber cómo llegaste a interesarte por Martin Blaszko y las razones por lo cual decidiste filmarlo durante varios años, primeros en dos cortometrajes y luego en esta película?
Ignacio Masllorens: A Martin lo conocí en 2008 por intermedio de la galerista Niko Gulland y de Valeria Zamparolo, que en ese momento era su asistente. Su manera de explicar las cosas, su buen humor y toda su vida hicieron que me cayera bien de entrada y pensara en él para un posible documental. El primer corto que salió de ese encuentro le gustó mucho y me dio la idea de armar una trilogía que variara el estilo en cada pieza, algo que me llevó tres años realizar. Todo ese tiempo compartido me permitió conocerlo mejor y generó una confianza mutua que, como descubrí después, terminó siendo fundamental para el tercer y último film.
“Martin Blaszko” me parecía un buen título y resultaba lógico ponerles números si iban a ser varias obras sobre un mismo tema. Que se llamaran así me hacía pensar en algunas composiciones de música contemporánea. También lo veía como una cita a una trilogía de cortometrajes de Rafael Filipelli que se titulan -justamente- Buenos Aires I, II y III.
RK: La película elige un procedimiento particular, lineal y arriesgado: arranca con un diálogo telefónico en el que se discute sobre los materiales de trabajo, sigue por el trabajo en el taller, posteriormente vemos el traslado de las obras y al final se materializa el concepto de puesta en escena aplicado a la exhibición de esculturas. No obstante, el film deja en un casi total fuera de campo a la muestra en sí, excepto por unas fotografías que se ven en los créditos. ¿Por qué tomaste este modelo de organización de relato y estilo de representación, y a su vez a qué se debe la decisión de no sólo evitar filmar la muestra sino también eludir un registro más cercano a las esculturas de Blaszko?
IM: Lo de filmar únicamente utilizando planos generales y con la menor cantidad de cortes posibles fue una decisión que tomé a los pocos días de iniciado el rodaje. Esta elección algo arriesgada -como bien decís- automáticamente excluía varias cosas, como los planos más detallados de las esculturas o de toda la muestra (y hasta me trajo un par de discusiones posteriores con el propio Martin, que reclamaba mayor protagonismo de sus obras en el film). Pero a mí no me interesaba hacer algo que le prestara demasiada atención a las obras, quizás porque era lo más predecible. Tampoco quería que la película se adaptase a lo que iba ocurriendo utilizando distintos valores de plano y con un ritmo de montaje más convencional. Documentales así hay millones, donde el tipo de situaciones que muestra la película siempre se registran y se montan igual: llenos de inserts, manipulando demasiado el tiempo real la escena. No tenía sentido hacer uno más de ese modo. No es que sea un purista de ‘lo real’ y este en contra del montaje o ese tipo de cosas, pero sí me interesaba mucho -incluso antes de pensar en filmar a Martin- intentar hacer un documental con algunas restricciones autoimpuestas y ver que sucedía. Fue algo que se dio más por curiosidad y el registro de la preparación de la muestra en el MALBA me pareció una situación ideal para poner a prueba un procedimiento de este tipo. Lo que terminó ocurriendo es que todo el proceso de mudanza de las obras y la posterior discusión con el curador hizo que la película -que inicialmente se pensó como un mero retrato sobre Martin- pasara a convertirse en un film sobre ciertos aspectos burocráticos del arte y la compleja relación entre artistas e instituciones.
RK: Esto me lleva a preguntarte respecto de otras decisiones notables del film: ¿A qué responde la elección exclusiva de planos secuencia con poco movimiento, determinando la traslación del encuadre sólo por la acción azarosa del propio Blasko en el campo de visión, quien de lo contrario quedaría fuera del cuadro? En algún momento Blaszko habla de la inspiración que le produce ciertas obras de otros artistas. ¿Quién o quiénes te ha(n) inspirado en la realización de este film?
IM: Me gusta ver toda la trilogía sobre Blaszko (los dos cortos y esta película) como una deconstrucción del personaje. En vez de hacer un único film que mezcle todo: entrevista, archivo, escenas de su vida, etc., me parecía más atractivo hacer tres independientes entre sí, cada uno apropiándose y agotando un sólo recurso. En el primer corto ese procedimiento es la palabra, por eso prácticamente no hay inserts de obras y sólo se trata de una entrevista filmada. En el segundo es la fotografía y entonces no hay imágenes en movimiento.
Para el tercer y último film de la trilogía quería que Martin saliera a la calle y se relacionara con la ciudad o con otras personas. Pero al poco tiempo de haber comenzado me di cuenta que lo registrado no era muy bueno: faltaba ese recurso único destacándose por sobre el resto. Hasta que un día, mientras filmábamos en el sótano de la peletería donde Martin tenía su taller, decidí descartar todo ese material y comenzar de cero intentando hacer solamente planos generales con poco o nada de movimiento de cámara, pero que a la vez duraran la mayor cantidad de tiempo posible. Quería imitar algo que había visto en dos películas que me gustan mucho, que son The World (2004) de Jia Zhang-ke y Songs from the Second Floor de Roy Andersson (2000) pero en un registro documental. Así comenzó a aparecer algo muy interesante, porque tanto Martin como el resto de las personas se olvidaban enseguida de la cámara y en muchos momentos se generaban situaciones que parecían ensayadas. Ahora pienso que son esos planos generales tan estáticos los que ayudan a que esa sensación de ficción sea aún mayor. Por ejemplo, en ese sótano hay un momento que a mi me gusta mucho que es un largo plano en donde se ve a Martin trabajando y de repente suena el timbre de calle. Se nos informa que quien tocó es Gabriel, su asistente, que al rato baja, entra en cuadro y se pone a trabajar ignorando por completo a la cámara. A mi me parece algo prodigioso que la primera aparición de Gabriel en el film esté marcada por ese timbre, cuando él todavía no era consciente de que estaba a punto de ingresar en el plano de una película, es decir, en convertirse en un personaje importante de una trama que tanto él como yo desconocíamos en ese entonces.
Este nuevo material me hizo sospechar que este tercer y último episodio del tríptico iba a ser un largometraje. Pero fue gracias a Martin y a todo lo que hizo delante de cámara que ese largometraje terminó existiendo y consiguió tener esa progresión dramática medio delirante. Con otro personaje no creo que la cosa hubiese funcionado tan eficazmente, porque si bien este tipo de registro limita las elipsis y pone el foco en esperas y momentos banales, yo siento que la sola presencia de Martin en la imagen justifica todo. Es como si él contemplara al mundo desde otro lugar completamente diferente al resto y esta manera algo radical de filmarlo lo pone más en evidencia.
RK: Otro elemento clave es la total ausencia de datos biográficos del artista y cualquier intento didáctico de ofrecer un marco conceptual de su propia obra. Tengo la impresión de que la propia película expone el fundamento de esa decisión: cuando Blaszko dialoga con uno de sus ayudantes y prioriza el punto de vista de cualquier hombre y mujer a la hora de apreciar una obra devela el punto de vista del film. Otro concepto clave que está ligado al anterior es la discusión en torno al consenso, el que también se problematiza cuando discuten el especialista y Blaszko. ¿Cómo lo ves?
IM: El tema del consenso era algo que obsesionaba a Martin. Tenía una sincera curiosidad por conocer la opinión de los demás y las preguntas le servían para romper el hielo; pero hasta ahora no sé me había ocurrido relacionarlo con la mirada que propone el film. Supongo que la ausencia de didactismo también responde a que no me interesaba que la película tuviese una función enciclopédica. Lo que más me atraía -tanto como su obra- era la figura de Martin como personaje y quería que quienes vieran el film sintieran la misma fascinación que yo tuve al ver a este hombre genial de noventa años desplegando su energía por todos lados, pese a no contar con datos biográficos sobre su vida o saber que tan importante es para el mundo del arte y un montón de cosas más que hoy en día se pueden averiguar en Google.
De todos modos, la copia que se exhibe en Córdoba tiene dos variaciones respecto de las anteriores: cuatro minutos más en una escena y un par de escuetas placas al final que explican brevemente quién fue Martin Blaszko y dan cuenta de su muerte en 2011.
RK: El punto en común, no del todo evidente pero ostensible entre Blaszko y vos como cineasta es una preocupación por el espacio, algo que en Hábitat, tu película posterior a Martin Blaszko III, es aun más evidente. En este film elegís la distancia como organizador espacial entre la cámara y el sujeto y sus objetos. No hay primeros planos, y predomina el plano general en casi toda la película. La preocupación que Blaszko muestra por la disposición de sus obras en la terraza del MALBA no es ajena a tu propia concepción del espacio respecto de lo que filmas y cómo lo hacés. En ese sentido, la poética del film reverbera con la propia concepción del artista y su obra. ¿Qué te interesa del espacio como ente cinematográfico en sí?

IM: Me interesa la arquitectura, o la excelente relación que el cine siempre parece tener con la arquitectura, que es espacialidad pura. También creo que la manera en que esta trabajado el espacio en la película es un camino poco explorado en el cine documental y es algo que he visto mucho más desarrollado en la ficción. Esta idea de que es el lugar y no las personas lo que determina la ubicación y los límites de cada plano. Y lo que sucede al trabajar con este tipo de imágenes de manera continua es que ése espacio termina siendo tan protagonista como el resto. Es un personaje más. Algo que -como señalas- en Hábitat fue llevado al límite.

Amargos

Amargos

En una pequeña localidad del sur de Chile, los habitantes se ven enfrentados a la llegada de la modernidad: una empresa maderera y la pesca industrial amenazan la vida tradicional, no sólo por los cambios propuestos, sino también por la destrucción medioambiental que se avecina. Mientras eso pasa una mujer se refugia en su microcosmos vegetal aunque todo su mundo pende de un hilo…

Iñaki Moulian Jara
Historiador, documentalista. Actualmente vive en la ciudad de Valdivia, en el sur de Chile. Profesor de en la Escuela de Artes de la Universidad Austral de Chile y encargado de la Oficina de Educación Patrimonial de la Dirección Museológica de la misma universidad. Sus estudios superiores fueron de Pedagogía en Historia, Geografía y Educación Cívica en la UACH, obteniendo igualmente el grado de Licenciado en Historia. Becado por el Gobierno de España el año 2002, desarrolló en Madrid un Magíster en Historia Iberoamericana dictado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Sus investigaciones han estado centradas en el patrimonio, la historia local y la memoria, desarrollando diversos documentales históricos y etnográficos en distintas localidades del sur del país. Su documental “Amargos” (2010) fue ganador del Festival de Cine Documental de Pto. Varas SURDOC y Selección Oficial en diversos festivales nacionales entre los que destacan, FIDOCS y FicViña.

Ficha técnica:
Direccion: Iñaki Moulian Jara
Guión: Iñaki Moulian Jara
Productor: Verónica Lyon L.
País: Chile
Año 2010
Duración 68 min.

Trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=eKhNKHWcABU
Prensa:
http://www.cinechile.cl/entrevista-84
Entrevista a Iñaki Moulian, director de Amargos
La noción concreta, y férrea incluso, que se pueda tener de este método, el documental (por la frescura y ambigüedad que experimenta cada tanto en tanto) va liquidando su limitado y pretérito perfil asociado a “solo” dar cuenta de la realidad, hoy puede, y lo hace cada vez más, autoconfigurarse en cada ejecución fílmica deviniendo mucho mas compleja su definición. Hoy siento que cualquier lectura podría, con voluntad, ingresar en la propia lógica de cada metraje, en las propias profundidades que cimentaron el proceso, con el propio recorrido formativo y motivacional de sus realizadores: así me pasa con Amargosy muchos documentales más, donde la historia o la ventana hacia una determinada situación real, puede sino ser una tremenda oportunidad de inmersión en problemáticas plagadas de aristas, válvulas facilitadoras de más interrogantes y mayor sensibilidad en su visionado.
¿Puede o debe un documental (o cualquier manifestación audiovisual), enfrentado a situaciones donde está en pleno la disyuntiva de la dignidad humana, la calidad de vida, el entorno, intereses múltiples y enfrentados, subterráneos (algo agotadoramente holístico), puede o debe cambiar algo?, ¿entregar algo, cuestionar algo, mejorar algo, movilizar algo, hacer algo, poco o mucho? Es complejo, no lo sé. Solo sé que cualquier vivencia ajena que pasa por la experiencia de una invasión de vasta inversión, adquiere una complejidad propia y abrumadora solo por el hecho de ser presenciada, articulada y/o narrativizada. Hay mucho en juego para todos.
1. AMARGURA La ingrata concordancia entre el nombre de la localidad y la sensación de impotencia provocada por la invasión de los emprendedores, es todo un hallazgo, o tal vez una amarga sincronía, ¿Cómo llegaste a  identificar en Amargos (el poblado) una historia viable para documentar? ¿Cuál era el elemento puntual que te motivó a hurgar esta realidad luego de investigar la problemática?
Mi llegada responde a una cuestión casualmente buscada. En principio el proyecto iba a otro lugar, un lugar más extenso, menos definido. Una idea primaria que tenía relación con los llamados “hombres del mar”, con la idea mítica de habitar el mar en el sentido profundo del término. Rápidamente me dí cuenta que para retratar la “cultura del mar” era mejor ver la tierra donde habitan los pescadores y sus familias, sus ritos y bailes. Retratar la tierra que los sujeta, en donde plantean concretar sus sueños. Amargos es quizás la caleta más antigua de la Bahía de Corral, donde esta el santo más antiguo, que lleva la procesión de San Pedro.
A este lugar llegué caminando una tarde luego de hablar con algunos pescadores de Corral, un pueblo cercano, a veinte minutos de Amargos. Algunas veces había pasado por el lugar pero nunca me detuve antes, nunca me di el tiempo que quedarme a observar lo evidente que resultaba la disputa entre las montañas de chip y las casas. Fue un hallazgo brutal, darme cuenta que la caleta más tradicional y antigua era un lugar destinado a la muerte. Un espacio donde los conflictos se mostraban en una gigantesca polaridad. En Amargos existe la amarga sincronía de dos mundos opuestos y enfrentados. Una historia en que ya podemos suponer cual será el ganador. Eso no importa. El deber de un documentalista no esta en evidenciar lo que ya sabemos sino en transformarse en un conservador de memoria, en un reproductor fiel de los elementos culturales dispuestos en este espacio destinado a desaparecer… Alguien debe evidenciar la existencia…
2. LA MODERNIDAD: “Hurgar en la vida es importante”.Aparte de la “modernidad” (sañudo eufemismo), también llega a la localidad: el Cine, que intenta retratar a los amargüinos ¿tuvieron alguna dificultad para ganarse la confianza de los lugareños, para entrar a su amortizada intimidad? Ya que eventualmente estos podrían haber tenido una reacción legítimamente desconfiada, pues muchos otros han llegado (y seguirán llegando) a la caleta prometiendo algo.
El abordaje de este documental no se hace centrándose en el cine sino más bien en comprender profundamente lo que sucede frente a mis ojos. Lo que se expresa y se evidencia luego de observar este espacio. Llego yo, el sujeto que quiere conocer, identificar el paisaje y su gente, entrar en el universo del lugar con una cámara que va a un paso atrás. Es un trabajo en el que se aplican criterios etnográficos, tanto en los métodos de acercamiento a la comunidad, en la forma establecer lazos con la gente de ese espacio y en la forma de mostrar los elementos capturados, tomando en consideración todos los elementos éticos, morales y políticos. No nos olvidemos que estamos tratando con comunidades fisuradas, fragmentadas que están a punto de desaparecer, que luchan por su permanencia. Evidentemente que cuando me entero del gran conflicto que existe entre los lugareños y su eventual migración al pueblito de San Carlos tuve que tomar todos los resguardos para no transformarme yo en un elemento gatillador de más problemas. En ese punto yo también tuve sin embargo que tomar partido, determinar cual sería mi lugar. Mi lugar fue el pueblo, fue la gente y sus historias, fue doña Mérida y sus sueños, don Denis García y su Filosofía sobre la existencia.
3. LOS OTROS ¿En algún momento consideraste el indagar la voz de la empresa involucrada de esta arremetida, ya sea para potenciar tu punto de vista, o articular una postura frente  al tema? ¿Tuviste complicaciones para grabar en la zona? considerando que muchas veces la presencia de una cámara es sospechosa, e incluso detestable para alguien que está en un negocio de escasa estima ciudadana.No me interesó en ningún momento la voz de la empresa, la empresa no era algo digno de retratar en profundidad. Todos sabemos lo que dicen las empresas, los bancos, las grandes industrias. Ya hemos visto miles de documentales donde se trata de evidenciar lo evidente, basta con ver ese cerro junto a la playa para darse cuenta que no existió, ni existe hoy, ningún respeto frente a la tradición y la forma de vida de ese pueblo. La evidencia esta en la magnitud de los gestos dispuestos en el espacio, eso clarifica todo y como dice Denis García al final: “para qué redundar… porque sería la misma…” Mi punto de vista se muestra en este gesto de no traspasar la línea del pueblo de ver siempre desde esa perspectiva, gesto entre otras cosas evidente.Respecto a las complicaciones de grabar, no tuve mayores inconvenientes. Durante el desarrollo de esta investigación, que dura dos años, finalmente me transformé en parte del paisaje. Toda las semanas iba una o dos veces a visitar Amargos. Yo, mi cámara de 2 kilos y mi trípode de 6 al hombro, esperando poder cruzar una bahía tempestuosa para llegar a Corral y de allí a pie a Amargos. Me disponía en un punto, preparaba mi equipo y me sentaba a esperar que algo sucediera, que el paisaje y la gente diera el primer paso. Yo sólo tenia que estar atento a que todo fluyera en forma natural, que la historia se mostrara finalmente…
4. GRABAR  El documental acaba con la promesa latente de que se viene un futuro gris para la señora del invernadero, y para muchos otros pescadores, ¿cómo fue esa decisión de dejar el material hasta ahí? Suponiendo que tenías la posibilidad de grabar el proceso de desalojo o “compra”.A veces los narradores tratan de buscar la gran epopeya, el gesto desgarrador de lo que suponemos vendrá, del desalojo, la migración como la gran gesta traumática y la verdad es que las cosas la mayoría de la veces no funcionan así. Yo también en un primer momento caí en la tentación común de esperar la gran fisura del desalojo, como un quiebre, pero no, las cosas pasaron simplemente, alguna gente se fue a las nuevas casas y otras se quedaron y todavía esta allí. Es una conflicto extenso que se aprecia como los hechos geológicos, en tiempos más extensos. Es decir, la historia continúa, el pueblo no esta muerto, existe gente que se niega a salir y que busca formas para resistir contra ese gran monstruo cubierto de guinchas transportadoras. Ellos son estoicos, luchan contra su destino sin miedo. Esa es la sensación que nos queda, así es la historia.
5. DISTANCIAMIENTO Cuando los personajes expelen impotencia y su futuro está cargado de fatalidad ¿cómo puede un realizador lidiar con esta sustantiva desazón que será abandonada al acabar el proyecto?
Si, es complejo, nunca dejas el proyecto totalmente. Nunca terminas de seguir grabando la misma historia. Ellos se transforman en amigos fraternales porque te permiten, sin saberlo, contar tus propios miedos y alegrías. Finalmente se transforman en parte de tu carne. No existe día que no piense que todavía tendría que estar allí haciendo un seguimiento eterno a ese espacio, a esa gente estoica que lucha contra montañas de madera, pero la vida desgraciadamente no te lo permite, el tiempo no te lo permite. Seguirán ellos siendo retratados por otros y yo los seguiré retratando siempre al momento de poner mis ojos en temas similares. Ellos se cruzarán siempre frente a la cámara dispuesta en mi recuerdo.
6. PUNTO DE VISTA ¿Cual es la sensación final que te deja el haber acompañado a tus personajes: haber visto al tormento que vivieron (o viven) respecto a la contaminación sonora, la destrucción de su entorno, la prepotencia del capital y la imposibilidad siquiera de tener las competencias intelectuales para defenderse?
Es gracias a sus competencias intelectuales que ellos sobreviven como un pueblo digno, que mantienen su identidad basada en la tradición oral y en una memoria que permanece, que da cuenta del pasado que los marca. Es su competencia intelectual y moral lo que les permite ser honestos y hasta crédulos respecto a las posibles soluciones. Qué trágico saber que justamente es esa transparencia su peor enemigo. Un transparencia en las sociedades modernas no se mantiene. Qué trágico saber que eso ya lo hemos perdido para siempre.
7. EL DOCUMENTAL ¿Que sientes que pueda aportar el documental (como género cinematográfico) al escenario audiovisual nacional, escenario cada día más preocupado por diseñar productos rentables que en dar visibilidad a personajes y realidades agonizantes y muchas veces con escaso atractivo bursátil?
La rentabilidad de un documental esta en su aporte al rescate de la memoria, a la divulgación de las culturas. Esa es la rentabilidad de un documental. Finalmente es aportar también a la construcción de una identidad como pueblo, a la comprensión de los problemas sociales, a la multiplicidad de miradas sobre el mundo. Yo pregunto que rentabilidad cultural e histórica tiene La Batalla de Chile de Patricio Guzmán o Cien Niños Esperando un Tren de Ignacio Agüero. Incalculable, gigantesca y grandiosa.
8. FUTURO Creo que el documental deja un principio de agripnia por su final abierto ¿Cómo ha sido tu relación con la localidad a lo largo de los meses sucedáneos? ¿Queda gente? ¿Fueron finalmente comprados o desalojados  a la mala de sus tierras?
Es así, el documental termina sin terminar, sin concluir nada. Se contó lo que se tenía que contar simplemente, aquí a caperucita roja no se la ha comido el lobo aún, y la historia sigue abierta, las cosas siguen pasando allí como en el resto del mundo y todos sabemos eso porque Amargos no es sólo una película, es un testimonio de vida. Nosotros salimos del cine queriendo saber más sobre ellos, conocer más sobre sus vidas, saber más datos sobre sus problemas. Desde este punto de vista es un documental sincero y auténtico que no pretende contar todo, sino una parte muy pequeña sobre un fenómeno gigantesco.
9. CARTA Finalmente, ¿a tus personajes les ayudaste a redactar y enviar la carta? o ¿la labor del documentalista finaliza con el dar cuenta de la impactante carencia con la que tienen que lidiar los habitantes o sientes que puede ser útil un cierto tipo de activismo documental? ¿cómo resolviste el potencial dilema, la potencial oportunidad?
Lo de la carta fue una idea de Mérida para ser escuchada por alguna autoridad. La señora Mérida y don Denis se conocían hace mucho tiempo y por casualidad ambos se juntan un día maravilloso, cuando ella vendía pescado en Corral y el se sienta y charlan. Es allí donde se perfila un solución a esa situación que le atormentaba, será Denis quien ayudará a cumplir con esa demanda, quien redactará finalmente un carta a la Presidenta Bachelet donde cuentan sus problemas. La verdad que desconozco si fue finalmente enviada o no, nunca tuve la oportunidad de hablar con ella de eso, no importa pues la solución fue redactada, escrita, el gesto estaba realizado y había sido capturado por la cámara para dar testimonio. Creo que existen distintas formas de enfrentarse a un proyecto y sin duda algunas veces uno puede y debe tener un rol más activo. Sin embrago otras no. En este caso tuve que ser fiel a mi posición original y no claudicar, observar y no inmiscuirme, aunque fuera en algunos momentos doloroso. Fue mi postura original, sabía que mi gran aporte estaba situado en otro lugar, en observar la línea natural de la existencia.


Refugiados en su tierra

Refugiados en su tierra
Sinopsis
Un grupo de personas regresa a su pueblo tras la erupción de un volcán y se encuentran con un escenario desolador: el río se ha desbordado y muchas casas han desaparecido por completo. Los años pasan y el tiempo parece haberse detenido. Ahora viven entre las cenizas, sumidos en el abandono y perseguidos por el Estado chileno, mientras buscan defender su identidad.
Directores:
Fernando Molina
Nacido en Argentina en 1980 es documentalista y productor audiovisual. Refugiados en su tierra es su primer largometraje de cine luego de haber trabajado como realizador multimedia y fotógrafo en medios.
Nicolás Bietti
Nació en Argentina en 1979. Es productor audiovisual y documentalista. Trabajó para diferentes medios digitales y proyectos independientes relacionados a la fotografía. Refugiados en su tierra es su debut como realizador de cine."
Ficha técnica:
DURACION   96 min
GENERO   Documental
FORMATO  HD
SONIDO   Estéreo
ASPECTO   16:9
DIRECCION    Fernando Molina y Nicolás Biett
CAMARA Fernando Molina
SONIDO DIRECTO    Nicolás Bietti
MONTAJE    Fernando Molina y Nicolás Bietti
MASTERING DE SONIDO   Fernando Molina y Nicolás Bietti


Trailer:


Prensa:
http://www.anbariloche.com.ar/noticia.php?nota=42228
El documental de los realizadores barilochenses ganó el Primer Premio en el Festival Internacional del Cine Pobre, en Cuba. La pieza narra la historia de los pobladores de Chaitén, en el sur de Chile, quienes volvieron a esa localidad tras la erupción del volcán en el 2008.
La ópera prima de Fernando Molina y Nicolás Bietti, recibió el Primer Premio en la categoría Largometraje Documental en la 11ª edición del Festival Internacional del Cine Pobre, que se realizó en Gibara (Cuba) entre el 25 y el 27 del mes abril.
El jurado, presidido por el crítico y ensayista Frank Padrón, e integrado por la fotógrafa guatemalteca Daniela Sagone, el director puertorriqueño Freddie Marrero y el escritor cubano Eugenio Marrón Casanova, destacó la película “por ofrecer una radiografía palmaria de una comunidad en Chile que, tras enfrentar los embates de un desastre natural provocado por una erupción volcánica y sus secuelas, asiste al calvario de sus reclamos en pos de recuperar y preservar la vida de los suyos, entrecruzando una honda murada testimonial con una contenida sapiencia humana”.
Los realizadores explicaron en un comunicado, que el documental “sigue con muy buena aceptación en el circuito de festivales”. En este sentido, se destacó la reciente Mención Honrosa del Jurado en el Festival Internacional BioBioCine de Concepción y además, la proyección del mismo en varias ciudades de Latinoamérica y España. Durante mayo y junio, el film también fue seleccionado para competir en otros dos festivales en Ecuador y Brasil.
Durante el 2013, los barilochenses Molina y Bietti se quedaron con el Primer Premio en la Competencia Regional del Primer Festival Audiovisual Bariloche (FAB) y fueron reconocidos en México (Mención del Jurado en 8 DOCSDF) y Chile (Premio Territorio Fílmico en FECIPA).
Filmado durante cuatro años en Chaitén, el documental narra la vida de un grupo de personas que regresa a su pueblo, tras la erupción del volcán, para impedir que las autoridades abandonen el lugar. El film es un retrato intimista del hombre y su pertenencia, una lucha interior forjada por las fuerzas naturales.
Refugiados en su Tierra, se filmó con una cámara de mano y contó con un presupuesto mínimo a lo largo de cuatro años, a pesar de contar con un apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina (INCAA).


Entrevista directores


ENTREVISTA CON LOS REALIZADORES- ¿Cuándo surgió la idea de realizar la cinta?FM: “El proyecto comenzó con la idea de hacer un reportaje de lo que había pasado en la zona. Cuando viajamos al lugar y entrevistamos a mucha gente de ciudades cercanas nos dimos cuenta que podía convertirse en un largo. Nunca imaginamos que sería un proyecto de cuatro años”.NB: “Además de escuchar las historias y los reclamos de las personas que vivían entre las cenizas, al llegar a Chaitén nos encontramos con un pueblo casi fantasmal y un volcán en actividad. Y pensamos que son pocas las opor-tunidades que se presentan para documentar un proceso de estas magnitudes, con la riqueza simbólica y visual de este caso”.  - ¿Qué punto de vista quisieron entregarle al documental?FM: “Utilizamos herramientas del cine de regis-tro directo y luego tratamos de llevarlas al punto  más intimista posible. A medida que empezaron a armarse las escenas y montamos lo que habíamos filmado, todo se fue acercando cada vez más a lo psicológico y alejándose de los periodístico. Se podría decir que finalmente buscamos un retrato psicológico, pero nunca existió un guión”.NB: “Con el tiempo nos dimos cuenta que no queríamos hacer un documental "informativo", preferìamos desarrollar un trabajo que en su forma narrativa y en su estructura, se asemejara más a la sensibilidad y personalidad de la gente de Chaitén. La intención siempre fue concretar un documento de análisis de los procesos humanos post catástrofes naturales. Trabajar con un con un grupo reducido nos ayudó para profundizar sobre el aspecto psicológico y así registrar la intimidad de los personajes”.- ¿Cuál es el conflicto central?FM: “Se centra principalmente en la lucha de los pobladores en querer recuperar su pasado a


toda costa, para seguir manteniendo sus raícesy filosofía de vida. Hay un conflicto de eje que es la víctima de la catástrofe en puja con la pérdida material y la amenaza de las autoridades de quieren sacarlo de su tierra”.NB: “A raiz de eso deben atravesar una etapa de adaptación e incertidumbre, mientras se van disparando diferentes interrogantes, como el de mantener el pueblo con vida o dejarlo en aban-dono, o qué ocurrirá con el destino del lugar y con toda su gente”.- ¿Cómo fue la experiencia de realizar el largo-metraje en un Chaitén entre las cenizas? ¿Cuáles fueron las dificultades con las que se toparon?FM: “Hubo muchas dificultades. Las condicio-nes de rodaje, sin electricidad por ejemplo, teniendo que sufrir las mismas condiciones de abandono que sufría la gente del lugar. Fue complicado, en particular por el tiempo que llevó todo el proceso. Creo que esas condicio-nes hostiles se llegan a plasmar en el film y eso es importante. Pese a todo, la experiencia fue muy grata porque no sólo compartimos la vida con la gente del lugar, también vivimos la experiencia primitiva del realizador que filma con algunos pocos elementos”.NB: “Para nosotros fue duro, pero como expe-riencia enriquecedora. Hubo momentos de mucha adrenalina, por ejemplo cuando ascen-dimos hasta la cima del cráter del volcán para a tomar registro de su actividad. Y otros más hostiles. Nos alojábamos en casa de los protagonistas y eso nos ayudó a fortalecer el vínculo con ellos. Recuerdo que la carga de los equipos debíamos realizarla por la noche medi-ante generadores y en poco tiempo. Eso nos traía dificultades y nos reducía la horas de filmación”.. - Muestran a un grupo de personas que no pretenden abandonar sus hogares. ¿Cuál es la similitud que tienen entre ellos? ¿Cómo se enfrentan a la nueva realidad de Chaitén?FM: “Hay un elemento en común que gira en torno a todas las personas que aparecen en el documental y es la identidad. Todos ellos se aferran a su lugar porque son parte de él. Muchos perdieron sus casas, otros no, pero no hay diferencias a la hora de tomar la decisión de quedarse allí. Y lo hacen hasta las últimas consecuencias, aún sabiendo que sus vidas pueden correr peligros”NB: “Porque son personas que no pueden cambiar el modo de vida en la que fueron criadas, sus recuerdos permanecen fuertes y se sobreponen por sobre cualquier cuestión mate-rial. Ellos saben que Chaitén nunca volverá a ser como antes, sin embargo están dispuestos a luchar para recuperar ese pasado”.- ¿Qué rol juega el Estado durante la película?FM: “La intención del film fue siempre poner el foco sobre los pobladores y sus sentimientos. El Estado pasa a ser un personaje secundario que juega un rol opositor. Pero sinceramente nunca nos importó mucho indagar en ello porque hubiera cerrado el juego a ese caso en particular y quizás no dejaría ver que lo pasó en Chaitén se repite en muchas partes del mundo. Y las autoridades están muy lejos de ese mundo espiritual”.NB: “Siempre intentamos apartarnos del con-flicto polìtico que giraba alrededor del tema. Creo que por momentos el rol del estado se ve reflejado en los protagonistas, en sus pensa-mientos y reacciones. Es interesante ver cómo las decisiones polìticas, por más pequeñas que sean, pueden afectar de manera traumática a las personas”.